Foto: edukame.com
Pues no es ninguna casualidad, y es que este tipo de juego, el juego simbólico, consiste en reproducir y consolidar papeles sociales aprendidos de la vida cotidiana. ¿Y qué mejores modelos que sus propios padres?
Además, como habréis comprobado, no solamente juegan a mamás y papás, sino que también juegan a hacer la compra, a los profesores, a los médicos,… adquiriendo tablas día a día a base de imitar las conductas sociales de las personas que tienen más cercanas, así como de los personajes a los que admiran. Por eso es en este momento de su desarrollo en el que adoran disfrazarse: de médicos, maestros, piratas, princesas, vaqueros, sheriff,…
Durante la infancia, es esencial que los niños realicen esta clase de juegos. ¿Por qué? Porque a través de ellos no solamente imitan conductas sociales de otros sino que, además, constituyen una herramienta fundamental para desarrollar, entre otras cosas, la creatividad, ya que les induce a idear respuestas para resolver las distintas situaciones en las que pueden encontrarse cuando se enfrentan con la realidad. Por eso, favorecen sus interacciones sociales y la resolución de conflictos, ayudándoles también a afianzar las normas sociales.
Además, través de estos juegos los niños suelen expresar sus miedos, sus sentimientos, sus deseos, sus rechazos, y, en general su relación con la realidad. Por eso, si los observamos mientras juegan, podemos obtener mucha información que quizás no sepan expresarnos de otra forma.
Por todo ello, os animamos a que favorezcáis que vuestros hijos participen en este tipo de juegos simbólicos y que les facilitéis indumentarias o disfraces con los que puedan convertirse en sus personajes elegidos.
Si a través de este tipo de juegos has descubierto o profundizado en facetas de tu hijo hasta entonces poco conocidos, o incluso desconocidos para ti, nos gustaría que lo compartieras con nosotros a través de los comentarios.
Muchas gracias por vuestros consejos. Me parecen muy interesantes.
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